07 10 cargnelloEl arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello en su homilía en el Tedeum por el 208° aniversario de la Independencia en la Catedral llamó a los gobernantes, de los tres poderes del estado, a actuar con honestidad, prudencia y austeridad.

“Por la prudencia de los gobernantes y la honestidad de los ciudadanos, se afiancen en la concordia y la justicia y podamos gozar de prosperidad y paz”, compartió así el Arzobispo el pedido a Dios por quienes tienen a su cargo la cosa pública. En ese sentido dijo que el presente demanda de los gobernantes  -que buscan el bien común – “sabiduría para alentar y contener; esperar y dar esperanza; provocar solidaridad y crear fraternidad”.

Pidió a los gobernantes a no caer en discusiones estériles, a ser ejemplo de trabajo, austeridad y ocuparse por las necesidades reales del pueblo. Paso siguiente solicitó para que quienes tienen en sus manos los destinos de la Nación  construyan un presente más justo en los tiempos difíciles. “Que no nos ahoguen las urgencias y que las cosas importantes estén primeros”, manifestó, a lo que demandó la imperiosa necesidad de “reconstruir el tejido social, la calidad educativa y restablecer una verdadera justicia social”.

Siguiendo con su llamado a los gobernantes, el Arzobispo salteño los convocó a seguir el ejemplo de Salomón quien no pidió riquezas ni poder, sino sabiduría y discernimiento para obrar con rectitud. “Necesitamos honradez en el cuidado de los fondos públicos”, reclamó, y añadió “una persona honesta busca la verdad y la justicia, y construye la amistad social rechazando cualquier exclusión”.

“Una nación crece cuando crece el número de ciudadanos honestos, y crece todavía más cuando esos ciudadanos honestos nos gobiernan. Esta es la hora de los argentinos”, concluyó.