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En los últimos años, la provincia de Salta ha experimentado un notable auge en la actividad minera, especialmente en la extracción de litio, un mineral crucial para la fabricación de baterías recargables que impulsan la tecnología moderna. Este crecimiento trajo consigo tanto oportunidades de desarrollo económico como preocupaciones ambientales que requieren un enfoque equilibrado y responsable.

Héctor Regidor, biólogo y docente en la Universidad Nacional de Salta (UNSA), en una reciente entrevista en el streaming de Punto Uno, resalta que la minería en Salta se lleva a cabo bajo un riguroso marco de control que involucra a niveles nacional, provincial y municipal. Estos controles incluyen estudios de línea de base ambiental que son esenciales para comprender el estado del ecosistema antes del inicio de cualquier proyecto minero. Estos estudios pueden tomar desde unos pocos meses hasta varios años, dependiendo de la complejidad y escala del proyecto.

Regidor destaca que una de las mayores dificultades es la percepción pública sobre la minería. "Por desconocimiento, la población tiene opiniones equívocas. Cada actividad minera es diferente entre sí, por cuestiones de extracción, climáticas y geográficas", explica. “Es fundamental que se entienda que no todas las operaciones mineras son iguales y que cada una debe ser evaluada en su contexto específico”, concluye.

En la extracción de litio, por ejemplo, los estudios de base buscan caracterizar el estado previo del ambiente y establecer indicadores para el monitoreo periódico. "En estos espacios de investigación, se integran a las comunidades de la zona para que ayuden a la integración y, sobre todo, a la claridad en las investigaciones", señala Regidor. Esta participación comunitaria no solo aumenta la transparencia, sino que también facilita una mejor comprensión y aceptación de los proyectos mineros.

"Decir no a la minería es utópico; hay que buscar que la minería sea una actividad responsable", sostiene Regidor. Este enfoque implica que todos los proyectos mineros deben incluir un plan de cierre de mina, donde se analicen las medidas necesarias para minimizar el impacto ambiental a largo plazo. Esto incluye la restauración ecológica del área afectada, tratando de devolver el territorio a un estado similar al encontrado inicialmente.

A pesar de los desafíos, Regidor es optimista sobre el futuro de la minería en Salta. "Subo a la Puna hace 30 años y he visto el crecimiento de los pueblos", comenta. La actividad minera ha contribuido al desarrollo económico local, proporcionando empleo y mejorando la infraestructura y los servicios en las comunidades cercanas.

El desafío para Salta, y para la minería en general, es encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental. Con controles estrictos, la participación comunitaria y un enfoque responsable, la minería puede ser una fuerza positiva para el crecimiento y la prosperidad de la región, sin comprometer el medio ambiente.

 

La entrevista completa en el canal de YouTube de Punto Uno @puntounosalta.