marocco col 24Por Antonio Marocco

Así como había nacido, la convocatoria a los gobernadores terminó feneciendo: inconsulta y unilateralmente. Se perdió una gran oportunidad.

Según el presidente Javier Milei, que anunció la suspensión de la actividad en televisión, para avanzar en el Pacto de Mayo era condición indispensable que la Ley Bases estuviera aprobada por las dos cámaras del Congreso.

Todavía no ocurrió. Pues, pese a la buena voluntad de una parte de la oposición, hasta el momento muchos apartados del proyecto no han conquistado la adhesión necesaria de la mayoría.

Lo cierto es que, sin Pacto de Mayo a la vista, los argentinos al menos pudimos observar un show de gran despliegue en el Luna Park. Javier Milei volvió a defender el ajuste y a polemizar con su par español Pedro Sánchez, tensando aún más las relaciones del país con nuestro principal socio comercial en Europa.

Además, el presidente dio muestras de haber elegido la profundización del discurso anarcocapitalista y la reticencia a aceptar los aportes de la diversidad política nacional y federal. Igual hay que seguir intentando: desde la política, desde la gestión, desde la racionalidad y desde la puesta en común con los sectores de la producción y el trabajo.

No todos los argentinos piensan que al desarrollo necesariamente se llega en base al sacrificio y el empobrecimiento de la clase media y de los que menos tienen.

Hay otros caminos. No puede seguir siendo la espalda del interior del país la que soporte en soledad la mochila de las tarifas y subsidios que benefician al centro del país, sacrificando las economías regionales, el desarrollo y el empleo de las provincias.

En esa línea, como respuesta superadora y ante la suspensión del Pacto de Mayo, es aún más oportuna y valiosa la idea que ha puesto a consideración de los salteños el gobernador Gustavo Sáenz: el Pacto de Güemes.

Es indispensable el camino del consenso. Por eso es importante construir y suscribir un nuevo acuerdo nacido del federalismo, uno de base más sólida, que nazca de abajo hacia arriba y no al contrario; que sea horizontal y no impuesto verticalmente; que crezca desde el interior hacia el centro.

Que se construya más sobre valores y objetivos compartidos que sobre condicionamientos o imposiciones.

El Pacto de Güemes, impulsado con la fuerza del Norte Grande, puede convertirse entonces en una gran oportunidad que el pueblo argentino está esperando.

Columna emitida por FM Aries el 23 de abril de 2024.