03 06 lijo

Ariel Lijo deberá renunciar a su juzgado en los tribunales de Comodoro Py si quiere sumarse a la Corte Suprema. Así lo resolvieron los integrantes del máximo tribunal en el acuerdo de ayer.

La sorpresa la dio Manuel García-Mansilla, el cortesano que Javier Milei acaba de designar por decreto, que se plegó a la estrategia de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz a la hora de dilatar la llegada al cuarto piso del Palacio de la calle Talcahuano de Lijo.

Tanto Lijo como García-Mansilla fueron designados por el decreto 137/2025 de Milei. El Senado no les prestó acuerdo para sumarse al máximo tribunal. En el caso de Lijo, tenía el camino más allanado, ya que había conseguido las firmas necesarias para que su pliego se tratara en el recinto.

Lijo es un nacido y criado en Comodoro Py. Es juez federal desde 2004. Tiene 56 años, por lo que le quedan 19 años en la judicatura. No quiere renunciar a su juzgado porque la comisión en la Corte sólo se extiende hasta el 30 de noviembre. Para permanecer en el alto tribunal, debería conseguir el aval de la Cámara alta.

"No va a renunciar", contestan cerca del juez federal. "Va a esperar la decisión del Senado. Mientras tanto, continúa trabajando en su juzgado y en el que subroga", completan.

Para ganarse una banca en la Corte, Lijo necesita el aval de los dos tercios del Senado. La oposición podría pedir una sesión especial para tratar los dos pliegos la semana próxima. Unión por la Patria (UxP), que ya dijo que no le prestará acuerdo a ningún candidato que aceptara ingresar a la máxima instancia judicial argentina por decisión unilateral del Poder Ejecutivo, podría votar en disidencia el pliego de García-Mansilla para que esté en condiciones de ser tratado.

En detalle, la votación vio unidos a Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y el recientemente asumido Manuel García-Mansilla, quienes integraron una nueva mayoría que se opuso a que el juez federal integre el máximo tribunal sin renunciar a su cargo actual. Del otro lado se ubicó a Ricardo Lorenzetti, quién se posicionó a favor de la aprobación de la licencia de Lijo.

El pedido de Lijo obedeció a que la designación que establece el decreto 137/2025 es para integrar el tribunal hasta noviembre próximo. En este escenario, y de no contar con el acuerdo del Senado, el juez podría tener que retomar sus funciones en el juzgado federal de Comodoro Py donde se desempeña actualmente, razón por la cual había solicitado una licencia en lugar de renunciar a su posición actual.

Lijo, actualmente titular del Juzgado Criminal y Correccional Federal 4, había recibido una aprobación unánime por parte de la Cámara Federal en referencia a su pedido de licencia luego de ser designado por Milei para sumarse como el último integrante del máximo tribunal del país.

De esta manera, Lijo queda frente a una encrucijada luego de la decisión del máximo tribunal: puede quedarse como juez federal y rechazar la posibilidad de llegar a la Corte Suprema o bien puede renunciar a su cargo como juez para sumarse como el quinto integrante del tribunal.

 

El nuevo integrante

Manuel García-Mansilla juró el pasado jueves como nuevo juez de la Corte Suprema. El acto se realizó en el Salón Bermejo del 4 piso del Palacio de Tribunales, con la presencia del presidente del tribunal Horacio Rosatti, y el resto de los integrantes Carlos Rosenkrantz, y Ricardo Lorenzetti.

La jura se dio por mediante el acuerdo de ministros de la Corte del día de hoy, conforme al Decreto 137/2025 que firmó Javier Milei el pasado 25 de febrero.

García-Mansilla es un abogado constitucionalista de 54 años, decano de Facultad de Derecho de la Universidad Austral desde 2019, y director ejecutivo de la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) desde 2014. También integra el estudio Liendo & Asociados desde 2010.

El letrado cuenta con un máster en la universidad estadounidense de Georgetown y un doctorado en Derecho por la Universidad Austral, en donde actualmente se desempeña como decano de la Facultad de Derecho. Se le reconocen ocho años de trabajo en el estudio Marval, O’Farrell y Mairal, uno de los más importantes del país.

Durante más de una década, se destacó por el asesoramiento legal para empresas de la industria del gas y el petróleo, una de los sectores de mayor auge en el país en el último tiempo de la mano de Vaca Muerta. Su vínculo con las compañías del sector lo llevó a convertirse en Director Ejecutivo de la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH).