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Así lo resaltó el presidente Javier Milei  en su discurso en La Rural ante el sector agropecuario donde repitió las consignas que viene enunciando desde diciembre pasado.

Afirmó que su obligación es eliminar las retenciones e insistió en que cuando se termine de estabilizar la inflación se podrá «levantar el cepo» al dólar. Para la primera promesa no puso fecha y para la segunda mencionó diciembre como el mes objetivo.

“Nadie tiene tantas ganas, y yo en particular, de salir de este esquema que, entre retenciones y cepo, le expropia al campo el 70 por ciento de la producción”, enfatizó.

De todas formas, aclaró que no hay un tiempo preciso para llegar a esa medida: «No nos importa la presión ni de donde venga, vamos a respetar el tiempo. El programa económico tiene tiempos y condiciones, hay que mirar la película y no solo la foto”, subrayó.

“En el ínterin, seguiremos avanzando sin pausa las desregulaciones”, sostuvo el mandatario nacional quien aseguró que “la debacle económica nacional comenzó cuando los políticos le dieron la espalda al campo”.

El jefe de Estado expresó su “admiración a los productores que todos los días salen a producir alimentos para 500 millones de seres humanos”.

“Merecen ser llamados héroes”, sostuvo Milei, que consideró que “cultivar el suelo es servir a la Patria”.

“El campo no es nocivo para el medio ambiente, y, aunque lo fuera, es más nociva la pobreza y el hambre”, indicó

“Venimos a sacarle la bota asfixiante del Estado a los heróicos productores agropecuarios”, continuó Milei. Y acotó: “Queremos que el campo está en el centro del contrato social que le estamos proponiendo a los argentinos”.

“Salir de la dictadura del Estado presente es algo que va tomar esfuerzo y tiempo”, sostuvo Milei, apelando a la paciencia del campo. “El cuadro de situación heredado era demasiado dramático como para una solución inmediata”.

“Con cantos de sirena y promesas incumplibles, intentaron que la sociedad se pusiera en contra de la gallina de los huevos de oro. Pero, en vez de convertirnos en el país industrial que nos prometían, se dilapidaron toda la riqueza que habíamos acumulado y no hundieron en la miseria, hasta tocar fondo el 10 de diciembre del año pasado”, sentenció.

En el palco principal lo escucharon la vicepresidenta Victoria Villarruel -con quien Milei tuvo un saludo frío y distante-; la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y varios ministros, entre ellos Luis Caputo (Economía), Mariano Cúneo Libarona (Justicia), Mario Russo (Salud), Federico Sturzenegger (Desregulación y Transformación del Estado), Diana Mondino (Relaciones Exteriores) y Patricia Bullrich (Seguridad).

 

Apeló a la paciencia

Si la falta de anuncios de Milei fue respondida con aplausos tibios fue, en parte, por el discurso previo del titular de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, quien bajó línea al auditorio al indicar que podría “centrarse en la queja y el reclamo”, ya que “existen motivos suficientes”, pero que prefería “apelar a la paciencia del hombre y la mujer del campo” y darle “un voto de confianza” a Milei.

“Señor presidente, los productores necesitamos la certeza de que va a quitar las retenciones”, arengó y criticó el tributo al considerarlo “un impuesto distorsivo, discriminatorio y confiscatorio” y “arcaico, aplicado intermitentemente en la Argentina desde el siglo XIX y que saquea a los productores”.

“Si se eliminaran, surgiría la respuesta inmediata de aumento de producción y de empleo y, en definitiva, el aumento en la recaudación de otros impuestos más equitativos. En cambio, lo que producen es el desaliento y la desaparición de productores agropecuarios”, dijo Pino, quien sabía del descontento en muchos sectores de la patronal agropecuaria, y que se fue manifestando en los días previos, como en un comunicado de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

 

Contexto de precios bajos

Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) prendió las alarmas esta misma semana al destacar que la intención de siembra caerá un 30% para la campaña en la zona núcleo, que es como se conoce al territorio que comprende el sur de la provincia de Santa Fe, el este de Córdoba y el oeste de Buenos Aires.

Según la BCR, la baja de los precios internacionales del maíz elevan la importancia de otros factores de riesgo, como el clima o las plagas. En el año que va entre julio de 2023 y este mes, el valor del maíz en el mercado de Chicago -parámetro global para los precios de los granos- cayó casi un 35%. Si bien la tendencia es a que ese valor suba entre un 10% y un 20% para fin de año, los productores de maíz aducen que la falta de rentabilidad sigue aplastando su voluntad de sembrar.

Los valores de la soja cayeron en un nivel parecido al del maíz, 31% en un año y la tendencia es a que esos precios se mantengan hacia fin de año.

El maíz y la soja se siembran en primavera y se cosechan en otoño. La decisión de sembrar se está tomando por estos días ya que los productores deben contratar el servicio de siembra y adquirir los fertilizantes y otros insumos necesarios. Una reducción de la superficie de siembra implicaría una menor producción de granos, y eso afectaría las cuentas nacionales en dos sentidos: de un lado, por la caída de ingresos fiscales por la menor carga de retenciones. Del otro, por el menor ingreso de dólares. Ambos aspectos son centrales en este momento.

El contexto de precios bajos pesa enormemente sobre los cálculos que hace el establishment agropecuario. Aseguran que en este escenario debería ser compensado con medidas del gobierno en materia de retenciones, cepo o valor del dólar. Pero ninguna de las tres están en la mira del gobierno.

Por eso algunos productores comienzan a exasperarse. Es el caso de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la entidad que históricamente ha sido la más combativa de todas, por encima de la Sociedad Rural, Coninagro y Federación Agraria.

CRA subrayó que la carga impositiva es excesiva y desmedida. “Las retenciones ahogan a nuestros productores, impidiendo su crecimiento y desarrollo. Este tributo no solo afecta la rentabilidad de los productores, sino que también distorsiona los precios y desincentiva la inversión en el sector agropecuario”, planteó la entidad en un comunicado días atrás. Si bien el ángulo del reclamo  no es novedad, lo nuevo es que está dirigido al gobierno de Javier Milei, quien desde la campaña electoral de 2023 fue visto como un aliado y alguien en quien «el campo» podía confiar.

Lo que CRA no dice es que si los productores de soja pueden guardar la cosecha en los silobolsas en niveles sorprendentes es porque el propio gobierno ahora criticado bajó la tasa de interés de los préstamos dirigidos a empresas agropecuarias productoras de soja que hubieran retenido en silobolsas más del 5% de su producción. Con pesos baratos para pagar gastos, los productores no tienen necesidad de vender sus granos a los exportadores.