Esta temporada de invierno viene siendo todo un éxito para nuestra provincia, y todo indica que superará la afluencia turística de años anteriores, demostrando una vez más la relevancia de las políticas de Estado que trascienden a los gobiernos y se construyen desde el consenso con el sector privado y la adhesión de la comunidad.
Por Antonio Marocco
Los visitantes que eligen Salta ya son parte de las crónicas de cada día. Desde los recovecos del casco histórico hasta las cimas de los cerros que custodian nuestra ciudad. Cada rincón se convierte en una pintoresca locación para la selfie del recuerdo de parejas de todas las edades, familias enteras o viajeros solitarios.
No es ninguna novedad decir que el turismo se ha consolidado como una de las principales actividades económicas de la provincia, que no solo produce riquezas y crecimiento, sino que además dinamiza como ningún otro sector la generación de empleo y el surgimiento de nuevos emprendimientos.
Y no se trata solo de la Capital y los municipios vecinos de San Lorenzo, Vaqueros y la Caldera. Tampoco es solo Cachi o Cafayate. Las reservas de los hoteles, hostales y posadas de casi todos los pueblos de los Valles Calchaquíes están con ocupación plena: visitantes de todo el país y cada vez más extranjeros eligen nuestra provincia para descansar de sus agitadas ciudades y conectarse con paisajes, costumbres y culturas definitivamente inigualables.
Salta ocupa los primeros puestos de Argentina en casi todos los sitios internacionales de búsqueda de pasajes, alojamiento y excursiones.
Y estos resultados no son una casualidad ni una consecuencia divina. Porque, a decir verdad, la actividad turística es posible no solo gracias a las características naturales y culturales únicas de un destino en particular, si no que las posibilidades de su crecimiento y desarrollo están directamente condicionadas por las obras de infraestructura, la capacidad gastronómica y hotelera instalada, la oferta de entretenimiento, la sensación de seguridad, la cobertura de salud o las conexiones terrestres y aéreas, entre otros factores.
Desde luego, por el nivel que hemos alcanzado, es todo un desafío seguir motorizando el crecimiento del turismo receptivo, pero es una decisión que todos los salteños hemos tomado desde hace tiempo. En esa línea se inscriben varias medidas que ha tomado el gobierno durante esta gestión. Como por ejemplo las líneas de crédito blandas para emprendedores locales que ayuden a crear nuevas plazas hoteleras y atractivos en el interior de la provincia. También la puesta en valor del Dique Cabra Corral, con una mejor ruta y más infraestructura para sus pueblos de influencia; el incentivo al turismo de reuniones para romper la estacionalidad de los meses con menor afluencia de visitantes; la promoción del destino en ferias y publicaciones internacionales para atraer al público extranjero; el desarrollo de eventos artísticos y deportivos de trascendencia internacional; la estimulación del ecoturismo y la oferta de experiencias naturales vinculadas a la preservación del medio ambiente en línea con los objetivos del desarrollo sostenible.
Para ir cerrando, es muy valioso lo que está pasando con el turismo y es importante ponerlo en valor en la agenda del debate público. Sobre todo en tiempo de elecciones. Es necesario hacer el esfuerzo intelectual y explicar que en las urnas no solo se eligen funcionarios: se eligen proyectos, se ponderan responsabilidades públicas, se determinan modelos económicos.
Dentro de dos semanas, los argentinos tendremos que elegir, y esa elección también determinará el futuro del modelo turístico para cada región del país.
Frente a quienes proponen recorte, ajuste, dolarización y destrucción del mercado interno -en definitiva menos argentinos viajando, más pueblos estancados-, los salteños debemos elegir en defensa propia.
Columna emitida por FM Aries el 27 de julio de 2023.