Vaya si no será grande el Norte Grande que hace algunos días en una entrevista concedida desde el Vaticano, el Papa Francisco recomendó leer y revisar la obra del filósofo argentino Rodolfo Kusch, quien dedicó su potencia intelectual -y su vida consecuente- a comprender, ponderar y divulgar la cultura de la periferia, de los humildes y de los hermanos originarios del norte argentino.
Por Antonio Marocco
O como también citó a Jorge Dragone, prestigioso neurólogo y compositor, que desde el norte le escribió a la tristeza de quienes sienten la orfandad de la patria.
Es el humanismo. El volver a poner en relieve algunas cosas que no salen en la televisión ni en las redes sociales. El sentido de comunidad que algunos anuncian extinto.
El nadie se salva solo. En estas latitudes ni en ningunas otras. La historia de la humanidad es la historia de los hombres organizados para enfrentar adversidades, construir la superación colectiva y compartir los frutos de la cosecha. La solidaridad intergeneracional. El espíritu de proyectar la sociedad más allá de nuestras narices y de nuestros tiempos.
Vivimos tiempos complejos, con incertidumbres y tensiones sociales que alcanzan el extremo.
Y estas Pascuas pueden ser una buena oportunidad para dedicarse a pensar en las cosas que van más allá de la rutina, pero que en definitiva la subyacen y le dan sentido. Como hace unos días, la visita a Salta de dos ministros de la Nación, Jaime Perczyk de Educación, y Juan Cabandié de Medio Ambiente.
Fue una visita con anuncios, pero no anuncios cualquiera. Porque si hay dos áreas en las que tenemos desafíos impostergables para enfrentar los nuevos retos de la revolución científico-tecnológica en marcha son justamente la educación y el medio ambiente.
En materia de educación, a partir de un pedido del gobernador Gustavo Sáenz, la Nación se comprometió a garantizar los recursos para que la Universidad Nacional de Salta pueda multiplicar los cupos ingresos a nuevos estudiantes de medicina.
Se trata de una decisión estratégica para una provincia a la que históricamente le costó llevar médicos a los departamentos del interior, y que, a pesar de los esfuerzos y las grandes inversiones en la actualidad, sabemos que para consolidar el sistema sanitario en el interior de la provincia necesitamos nuevos profesionales salteños con mayor arraigo en el territorio. En ese mismo sentido van las becas Martín Miguel de Güemes que otorga el Senado Provincial para los estudiantes del interior.
En relación con el Medio Ambiente y el desarrollo sostenible, el ministro Cabandié anunció una inversión de más de mil millones para el mantenimiento y la puesta en valor de nuestras reservas naturales y parques nacionales. Se trata de una inversión que generará beneficios en varias dimensiones. De lo ambiental a lo social y productivo.
La infraestructura y la protección de nuestros parques y reservas naturales constituyen en sí no solo un enclave de conservación, sino también nuevos activos para la producción de servicios ecosistémicos, turísticos, educativos y culturales.
Gestionar, gobernar y conducir suele ser una tarea que implica tener un ojo en las urgencias y otro anticipando el mediano y largo plazo. La democracia de audiencias y el reality show de la política sirve un día, sirve algunas semanas, puede llegar a servir un poco para la campaña. Pero, a decir verdad, esa política de las aventuras personales no hace más que intentar divorciar a la sociedad de los proyectos colectivos.
Quizás ahí radique la diferencia entre quienes conciben a la política como una herramienta de transformación para la sociedad y quienes la conciben como un hobbie, o una competencia de egos y fortunas en la que vale todo; una disputa que suelen llevar al terreno del barro, donde aparentemente se sienten cómodos o acostumbrados.
Por suerte, los salteños tienen memoria, y, sobre todo, tienen una idea clara sobre lo que es conveniente para el futuro. Allá vamos.