Vamos promediando febrero. Con mucha lluvia y con muchas cosas que contar. Algunas muy valiosas, como la oficialización reciente de la reducción de la tarifa eléctrica de hasta el 50% para más de 73.500 familias salteñas.
Por Antonio Marocco (*)
Con este bálsamo al bolsillo de los trabajadores salteños que viven en zonas cálidas, la tarifa local quedará equiparada con la de provincias que ya habían impulsado este beneficio. Tales como San Juan, Tucumán o Santiago del Estero.
Sin dudas se trata de una medida acertada, oportuna, y desde hace años demandada: ¿alguien puede pensar que el uso de freezers, ventiladores o aires acondicionados en los departamentos de Anta, Rivadavia, Orán y San Martín es un lujo? Sin dudas que no, es una necesidad básica en una veintena de municipios que soportan más de 40 grados cada día durante gran parte del año.
Y algo importante que no es menor: la tarifa diferencial es una medida sobre todo federal. Porque si hay algo que tiene este gobierno salteño es que no solo protesta, declama y predica, sino que se hace cargo, proyecta y ejecuta en consecuencia.
Así como junto a las provincias que integran el Norte Grande hemos ido a Buenos Aires a golpear puertas para pelear por lo que nos corresponde, para empezar a cerrar asimetrías, lo mismo tenemos que hacer en nuestra extensa provincia. Hacerla más justa en todas sus latitudes. Garantizar oportunidades en cada uno de los 60 municipios. Posibilitar una vida digna más allá de la región en la que cada salteño haya nacido.
En consonancia, y hablando de federalismo, también se puso en marcha un nuevo protocolo de seguridad para garantizar el tránsito en las rutas que conectan la provincia.
También, una respuesta a otra demanda histórica de miles y miles de salteños que vienen soportando desde hace años, y de manera crónica, impedimentos y dificultades para desplazarse entre los diferentes pueblos y ciudades de nuestro territorio, ya sea para ir a estudiar, a trabajar o incluso recibir atención médica. Ni hablar de aquellos piquetes extorsivos que naturalizaban el cobro de un peaje completamente ilegal por parte de bandas organizadas a cuanto auto, camión o camioneta quisiera pasar.
El país y la provincia en particular no necesita más paros ni cortes de rutas, necesita todo el impulso y el dinamismo posible para que crezca la producción, el empleo y el desarrollo.
De esto último habló la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Victoria Tolosa Paz, luego de su reciente visita a Salta: “Este no es el ministerio de los piqueteros, es el ministerio para el desarrollo social. El piquete no es la contraprestación del Potenciar Trabajo, la extorsión no es la contraprestación, el llevar pibes y pibas a acampar a la 9 de Julio tampoco es la contraprestación”.
Estamos en un momento clave para el futuro del país que queremos. Todos compartimos la premisa de que el Estado debe ser eficiente para proteger a los sectores sociales más vulnerables durante las crisis, pero la misión primordial es garantizar el progreso de la ciudadanía, reemplazando el asistencialismo por la emancipación y el desarrollo.
El peronismo no es el partido de la tutela, los planes sociales y la caridad, el peronismo es el movimiento del trabajo, de la dignidad de los hombres, de la clase media y de la movilidad social ascendente.
(*) Columna emitida por FM Aries el 16 de febrero de 2023.