El conjunto de gobernadores del Norte Grande viene luchando desde hace más de dos años por reducir las asimetrías históricas que sufre la región y encontrar soluciones comunes a los problemas compartidos por las 10 provincias.
Por Antonio Marocco
Y ese bloque empieza a encontrar respuestas efectivas a demandas urgentes.
En las últimas semanas los salteños, y a decir verdad los argentinos de todas las provincias del país, hemos sufrido las consecuencias de un paro de transporte que complicó el dictado de clases en las escuelas, el normal desarrollo laboral en todos los ámbitos, los tratamientos de salud, la vida cotidiana.
El reclamo de fondo es justo: los choferes de colectivo de la Capital del país y el Área Metropolitana de Buenos Aires cobran mucho más que los choferes de Salta, Misiones o Neuquén. ¿Y por qué pasa esto? Porque el Gobierno subsidia mucho más al sector en el puerto que en el mal llamado interior. Mientras que a Buenos Aires le dan más de 20 mil millones, a todo el resto del país le dan menos de 4 mil.
Sí, suena increíble, pero es real: Buenos Aires recibe 5 veces más en subsidios al transporte que todo el país junto.
Por eso, el gobernador Gustavo Sáenz y sus pares de Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones levantaron las banderas del federalismo y se pusieron de acuerdo para exigir al Gobierno central un reparto más coherente. No pidieron ventajas ni prerrogativas especiales: pidieron equidad y justicia.
Y ese pedido fue escuchado. En la semana que acaba de terminar, el gobernador Sáenz y el resto del Consejo Regional de Gobernadores del Norte Grande se reunieron en Santiago del Estero con el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, para plantearle esta situación.
Massa se comprometió a actualizar de manera urgente los subsidios para el interior, lo que va a repercutir en una mejora salarial y un mejor servicio. Y sentó también un precedente muy importante que excede al tema específico.
De esta manera, todo apunta a que este cambio de paradigma en la distribución de recursos puede tener su eco en las tarifas energéticas, algo para lo que ya se está trabajando.
Pero, si bien dije recién que el reclamo de fondo con respecto al transporte es justo, también es debido reconocer que los medios utilizados no son indiscutibles.
Me gustaría llamar desde este lugar a la reflexión de los trabajadores organizados en la UTA para que revean la decisión del paro convocado para esta semana. Hemos hecho todas las gestiones y hemos conseguido el compromiso del Gobierno Nacional.
Comprendemos su reclamo, pero también tenemos la obligación de defender los intereses de los salteños que necesitan el transporte público para ir a estudiar, a trabajar, a atenderse en los hospitales, a vivir su vida en libertad.
Por otra parte, en Santiago del Estero los gobernadores acordaron otro punto muy importante: trabajar en la actualización de los estatutos de la COREBE, la Comisión Regional del Río Bermejo.
Es un tema sensible para todos los salteños: arrumbar esos viejos estatutos del año 80 para incorporarles políticas acordes a los momentos que estamos viviendo en una de las cuencas de agua dulce más importantes del país.
Debemos adaptarnos a las nuevas circunstancias sin perder de vista los objetivos a largo plazo para el desarrollo de nuestra provincia, nuestra región y nuestro país.
Eso es lo que hicimos, por ejemplo, en materia de Turismo. Cuando parecía que la pandemia iba a golpear de gravedad a la actividad, hemos sabido reponernos y continuar con esta política de Estado que Salta tiene hace varias décadas.
Con las nuevas formas, siendo mejores, buscando nuevas posibilidades. No solo recuperamos, sino que potenciamos todavía más a esta gran industria.
El jueves pasado, en ese sentido, participé de la apertura de sobres de la licitación para construir un nuevo Centro de Convenciones en Cafayate. Apostando al turismo de reuniones en el interior provincial, diversificando la actividad y generando movimiento económico no solo en la capital.
El trabajo no se detiene y tenemos todavía mucho por hacer.
Ello se enmarca en que se conoce que las elecciones serán el 14 de mayo del 2023. Faltan más de 6 meses para seguir haciendo, construyendo, dando respuestas, demostrando con acciones.
Para todo lo demás, ya habrá tiempo.