columna maroccoEstamos viviendo una primavera un tanto atípica por varias cuestiones: algunas naturales y otras provocadas por el hombre. Que llueva en Salta a esta altura del año no es algo habitual. Sin embargo, fue una bendición para algunas zonas productivas de la provincia.

Por Antonio Marocco (*)

Esta semana estuve en Las Lajitas, municipio del departamento de Anta, en el corazón productivo de la provincia, que recibió con los brazos abiertos la bendición del agua.

Fui con el ministro de Seguridad, Abel Cornejo, para inaugurar una nueva Unidad Regional de la Policía de la provincia que prestará servicios en las localidades y parajes de la zona. Esto se da en el marco del proceso de redistribución y replanificación de jurisdicciones policiales que lleva adelante el Gobierno para dar respuesta a una gran demanda ciudadana: acortar los tiempos y estar más cerca de la gente, dos premisas fundamentales de Gustavo Sáenz que empiezan a encontrar correspondencia en cada área de la gestión, incluyendo la de Seguridad.

Durante la visita a Las Lajitas, tuvimos también una muy buena reunión con productores agropecuarios. Ellos nos contaron sus preocupaciones, inquietudes y propuestas. Nosotros transmitimos el trabajo que venimos haciendo, las obras previstas y las inversiones en materia de seguridad.

Así es como funciona una comunidad organizada. Esa retroalimentación con los distintos sectores de la sociedad es fundamental para articular las necesidades y expectativas de todos, para dar respuestas más eficientes y planificar de forma ordenada y consensuada el desarrollo de cada departamento.

Así nos gusta trabajar: con previsión, con orden, con reglas claras. Pero, sobre todo, con un contacto directo con las realidades locales. En contraste, nos tocó vivir a los salteños una situación incómoda y preocupante.

Tomó trascendencia pública la presentación de un proyecto de ley en el Congreso de la Nación que, con el pretexto de la protección de humedales, busca cercenar las potestades provinciales sobre sus recursos naturales y trasladarlas a la Administración Nacional.

En Salta conocemos perfectamente nuestra geografía, nuestros recursos y nuestra gente. Tenemos un potencial inmenso con el litio, el cobre, el oro y el níquel, minerales que son muy buscados en el mundo.

Nuestras reservas en la zona de la Puna nos ponen en una posición muy expectante para el desarrollo. Por eso venimos trabajando desde hace muchos años, estudiando las posibilidades de explotación y preocupándonos con rigurosidad para que el impacto ambiental no sea negativo.

Así, logramos conseguir inversiones multimillonarias para explotar este recurso de manera sustentable y perdurable, siendo muy estrictos en el cuidado de la naturaleza.

Trabajamos a destajo para ofrecer seguridad jurídica a aquellos que vienen a apostar por el desarrollo, brindando capacitaciones a los salteños y la infraestructura necesaria para lograr un crecimiento a mediano y largo plazo.

La minería, aún sin haber llegado a la fase de plena producción, ya generó muchos puestos de empleo en Salta. Y va a generar muchos más. Son puestos de trabajo de calidad, bien remunerados, genuinos.

Tenemos la obligación de cuidarlos.

Porque ya sufrimos en el pasado, lamentablemente, la mala explotación de recursos naturales que al principio trajeron esperanza a muchos pueblos y luego terminaron dejándolos a la deriva. Por eso debemos defender el desarrollo armónico, ordenado y previsible, para que el crecimiento no sea pasajero. Para evitar cometer los mismos errores en que incurrieron administraciones anteriores con la gestión del petróleo y el gas.

¿Esto significa que no hay que regular? Claro que no, todo lo contrario. Por supuesto que hay que regular. Pero esa regulación no debe ser arbitraria ni debe estar orquestada por personas que desconocen la realidad de cada provincia.

Somos los gobiernos locales los que tenemos la información suficiente para cuidar nuestro territorio. Somos los salteños, los jujeños, los catamarqueños, los sanjuaninos, los santacruceños y los habitantes de cada provincia los que debemos controlar esa regulación y aprovechar nuestros recursos naturales de la mejor manera.

El desarrollo productivo en Salta es sustentable. En eso destina un enorme esfuerzo el gobernador Gustavo Sáenz. En eso coinciden las Cámaras Mineras de provincias del Norte, Cuyo y la Patagonia; el Consejo Económico y Social, las Sociedades Rurales, las Asociaciones de Productores rurales, las uniones industriales. Los representantes de cada sector, público y privado de la sociedad.

Así lo comprenden los salteños y sus representantes. Así lo entendieron los diputados nacionales por Salta que se negaron a tratar este asunto en la Cámara.

La propiedad de los recursos naturales es de las provincias. Lo establece la Constitución Nacional, lo dicen las bases del país federal que vamos a defender con ímpetu.

Con este proyecto de Ley de Humedales, algunos legisladores porteños quieren pasar por alto la Constitución y la autonomía de los pueblos que construyeron este país. Piensan que en eso que denominan como “el interior” nos falta capacidad y no sabemos ni siquiera cómo cuidar nuestros recursos y el medioambiente.

Los salteños les estamos dado una respuesta unánime: con la Constitución, todo. Sin la Constitución, nada.

 

(*) Columna emitida por FM Aries el 29 de septiembre de 2022.