Hola Mario. Hoy te voy a contar algo que me pasó el martes y me pareció interesante usarlo como disparador. Resulta que por mis funciones como presidente del Senado, suelo ir a trabajar también a las oficinas que están frente a la Plaza 9 de Julio.

Por Antonio Marocco (*)

Muchas veces dejo el auto en una playa de estacionamiento que está a media cuadra. Ahí trabaja Cristian, un hombre de unos 60 años, buen tipo, muy simpático.

Cada vez que me saluda, aprovecha para ponerme sus quejas sobre Central Norte, la ciudad, la provincia, el país y hasta de la galaxia. Con Cristian no se salva nadie: lo que tiene de simpático, lo tiene también de crítico.

Resulta que este martes, como todos saben, fue el Día Internacional de la Mujer. Se realizaron importantes movilizaciones en todo el país y por supuesto Salta no fue la excepción. Miles y miles de salteñas de todas las edades coparon el centro de la ciudad.

Cuando salí de trabajar, cerca de las dos de la tarde, fui a buscar el auto y estaba Cristian en la puerta. Parecía como si me estuviera esperando.

-Gringo, te puedo hacer una pregunta.

-Ya la hiciste, le respondo. ¿Cuál es la segunda?

-¿Para qué sirve todo esto? me dice, señalando con la mirada a un grupo de estudiantes que se preparaban para la marcha.

-¿Cómo que para qué sirve? le repregunto, mientras pienso cómo responderle.

-Y si, me dice. -Hace cuanto que hacen estas marchas y no cambia nada.

-No es así. No es que no cambia nada, le dije.

Sin dudas que todavía falta cambiar muchas cosas, pero para eso justamente hay que luchar, para eso hace falta visibilizar, mostrar, protestar, proponer y marchar.

Le dije además que muchas cosas sí cambiaron para mejor en Salta. Que los cambios se trabajan todos los días y que las soluciones mágicas o instantáneas no existen.

Le dije que la gran movilización de mujeres que comenzó hace algunos años logró instalar, visibilizar y denunciar situaciones que antes no se hablaban y se ocultaban deliberadamente.

El primer paso para superar un problema es reconocerlo: llamarlo por su nombre. Y ese fue el primer hito logrado por el colectivo feminista. Al pan pan y al vino vino.

No existen los crímenes pasionales: son femicidios contra mujeres por la sola condición de ser mujeres.

No hay ninguna razón que justifique que una mujer cobre menos que un varón por el mismo trabajo: eso es discriminación laboral.

Todos los poderes del Estado y la sociedad en su conjunto han entendido estas cosas.

Actualmente, tanto el Gobierno Nacional como el Provincial y el Municipal están haciendo muchas cosas para combatir la violencia y la discriminación contra las mujeres. Y se están haciendo también muchas cosas para generar condiciones reales de igualdad.

La charla con Cristian siguió con algunos ejemplos de políticas concretas y los resultados positivos que se vienen logrando. Pero eso no viene al caso, no vine a hacer publicidad.

¿Cómo explicarlo? ¿Desde la historia? ¿Desde la política? ¿Desde la Justicia? ¿Desde el presente, desde el futuro? ¿Desde las convicciones personales? ¿Desde las responsabilidades?

Pensaba en las palabras de las mujeres con las que compartí mi vida. ¿Qué hubiesen respondido ellas? ¿Por qué marcharían? Pensaba en las luchas de mi madre y sus lecciones. Pensé en mis hijas, en mis nietas. Pensé en que, aunque ya soy grande, ellas me siguen dando lecciones.

Recordé a mis compañeras de colegio, de facultad, a las primeras mujeres que se animaron a pelear por cambios profundos en una Argentina y una Salta difícil.

Pensé que la pregunta sobre para qué sirve el 8 de marzo la podrían contestar mil veces mejor que yo Alicia Moreau de Justo, Evita, Florentina Gómez Miranda, Isabel Perón o Cristina Fernández.

Pensé que incluso, para un salteño que pregunta, más precisas serían las respuestas de algunas salteñas que hicieron de esta provincia una mejor.

Me encantaría escucharla un 8 de Marzo a Sara San Martín Dávalos, con el arjé de sus respuestas filosóficas. O a Teresa Mezquida, luego de abofetear con su guante a un colega diputado que ninguneó a las mujeres en pleno recinto.

Seguro Nenena Giacossa encabezaría la marcha. Fue la primera candidata a gobernadora que tuvo Salta. En 1973, con su liderazgo, marcó la historia para que muchas mujeres se incorporen a la vida política local.

Al final, la pregunta de Cristian me dejó con varias reflexiones, algunos recuerdos a flor de piel y la alegría de saber que las mujeres y la historia siguen marchando.

Ese es el camino que debemos recorrer todos.

 

* Columna emitida por FM Aries el 10 de marzo de 2022.