Por Juan Carlos Vacarezza y Carlos Alberto Ragonesi (*)

01 18 milei5122El 3/1/2025, el presidente Milei publicó en el diario La Nación, un artículo donde exalta las bondades y logros del modelo económico instalado a partir del 10/12/2023.

En cuanto se le acerca un micrófono de los medios o escribe para el público, acude a la estrategia argumental de nombrar a una serie de economistas (Paul Romer, Robert Lucas Jr., Harrod, Domar, Solow, Swan, Usawa, Hahn, Phelps, Cass y Koopmans, D. Romer y Weil) para impresionar a la audiencia o al lector, de su supuesta sabiduría en la materia, tratando de demostrar que él ha leído y se ha nutrido de los mejores, aun sabiendo que, para la mayoría de aquellos a quien se dirige, no tengan la menor idea de los trabajos realizados por los nombrados.

Es un recurso de la retórica, hábil para ser usado en un ambiente académico, pero cuando se usa ante legos, representa una burda actitud de superioridad y soberbia intelectual que, en forma diplomática, tiene el objetivo de enviarles el mensaje de convencerlos de que padecen de una supuesta ignorancia y, con ello, lograr el efecto del aplauso y el consentimiento para que no duden de un modelo económico que los va a perjudicar, dado que el ignorante, por regla general, tiene la costumbre de ser seducido y, por ende, aplaudir al que habla en un lenguaje difícil al que no tiene acceso ni tampoco comprende.

Pero el problema toma dimensiones graves e irrespetuosas cuando encuentra a los que piensan distinto, a los que trata con desprecio e insultos inaceptables como norma de conducta civilizada y muchos menos surgiendo de la máxima autoridad política de la Nación, donde el respeto y el decoro debería ser norma permanente de conducta.

En el trabajo mencionado, el Sr. Presidente alaba la política liberal de Adam Smith, expuesta en su libro “Una investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones”, donde el autor inglés expone la famosa teoría de que una mano invisible (la del mercado) puede dar solución a todos los problemas que surgen en la economía, sin necesidad de recurrir al Estado.

Pero lo que no explica el Sr. Presidente, ¿Por qué a partir del año 2017, cuando en EEUU surgió la crisis de las hipotecas sub prime, esa mano invisible necesitó que el Estado de los EEUU se endeudara con su propio banco emisor: la Reserva Federal, logrando una expansión monetaria extraordinaria y Europa haciendo lo mismo con el Banco Central Europeo? Un artículo del 4/2/2010 publicado en IAR Noticias, menciona que la Unión Europea, EEUU, China, y Japón (las cuatro primeras economías mundiales) utilizaron más de 20 billones de dólares de fondos públicos (más de un tercio del PBI mundial de esa época), para salvar de la quiebra al sistema financiero y a los bancos privados.

Por su parte y según “La Nación” del 12/10/08, el Reino Unido lanzó un rescate de 60.500MD a cuatro bancos: Barclays, Royal Bank of Scotland, Lloyds TSB y HBOS. Y, por último, en un artículo del 19/10/2008 de la agencia Reuters, se informa que Corea del Sur lanzó un rescate financiero de 130.000 MD. ¿Sr. presidente, no es que el Estado debe ser prescindente en economía, según sostiene su política liberal?

La mano invisible del liberalismo económico, es la misma que demostró quedarse manca cuando en la crisis del 2001 de Argentina, el Estado tuvo que entregar a los bancos, por la pesificación asimétrica, según un art. de Gustavo Bazzan del 2/5/2005 publicado en “Clarín”, la suma de us$ 10.800 M$ en títulos de deuda, para evitar un colapso generalizado del sistema financiero que en la jerga común se llama “corrida bancaria”, con el agregado de que el mismo Estado, para evitar males mayores, estableciera un corralito primero y un corralón luego, y el agravante de que los dólares depositados fueron convertidos a pesos.

Ergo, la mano invisible de A. Smith se convirtió en una mano que se metió en los bolsillos de los argentinos para sustraerle sus ahorros, al par que, al solicitar ayuda estatal, destruyó la tesis liberal de que el Estado debe ser prescindente en economía. Entonces, según esa política que tanto valora la más alta jerarquía ejecutiva del país, cuando las cosas van bien, el Estado debe permanecer ausente y, cuando van mal, debe intervenir. ¿No es una forma curiosa de sostener una doctrina económica?

También el Sr. Presidente en su artículo alaba las bondades del patrón oro, lo que demuestra, otra vez, su escasa memoria en materia de historia de la economía, dado que el modelo de un patrón monetario, o modelo de convertibilidad, nunca dio resultado en los países donde fue aplicado (tampoco en los ´90 de Argentina) y tuvieron que abandonarlo recurriendo al de inconvertibilidad.

Ya que al Sr. Presidente le gusta nombrar a los supuestos sabios de la economía en sus discursos ¿Por qué no nombró a un verdadero sabio, Silvio Gesell, quien demostró la inutilidad del modelo convertible, proponiendo que el Estado instaure el sistema de la oxidación monetaria para elevar la velocidad de circulación sin necesidad de inundar los canales circulatorios con una expansión monetaria exagerada que, para lo único que sirve, es para endeudar a los Estados con su propio banco central?

Dice el Sr. Presidente, en el artículo mencionado, que la estabilidad es una pre condición para crecer y que la presencia sistemática del déficit fiscal y la inflación, junto con el endeudamiento y el desequilibrio externo constituyen un cóctel explosivo. Nada más acertado.

Pero si para lograr dominar la inflación se recurre al modelo de la destrucción de la economía, mediante el enfriamiento y la recesión, como consecuencia de la aplicación de políticas destructivas como el atraso cambiario, la apertura indiscriminada y las tasas de interés positivas, no luce como acertada la fórmula empleada y pone en tela de juicio la sabiduría de todos los autores nombrados por el titular del poder ejecutivo.

Si un ser humano se enfermara y, para combatir la enfermedad lo debilitáramos y luego muriese ¿Resulta correcto decir que hemos logrado matar a la enfermedad porque recurrimos a la acción de debilitar y matar la enfermo? Y siguiendo con la analogía, ¿Es lícito decir que se ha combatido la inflación tratando de imponer un modelo recesivo que destruye empresas y despide trabajadores destruyendo los tres motores que le dan vida a la economía (Inversión, Consumo y Exportaciones)? Los cadáveres no actúan en la demanda de productos y es sabido que la falta de demanda impide la suba de precios.

Consultada la inteligencia artificial del Google sobre ¿Cuántas empresas cerraron en durante 2024?, Contestó: “En ese año, se estima que cerraron entre 9.900 y 16.500 pequeñas y medianas empresas (PyMes) en Argentina. El cierre de estas empresas se debe a la caída del consumo del mercado interno y a la falta de exportación de bienes. Además, se perdieron más de 217 mil puestos de trabajo en las pymes, lo que las convierte en el sector más golpeado por las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. En cuanto a otros sectores, se perdieron empresas en los servicios inmobiliarios y en la construcción”.

Es dable agregar, según informa Pablo García que, entre las multinacionales que se fueron están: HSBC, Xerox, Crorox, Prudential, Nutrien, ENAP, Fresenius Medical Care y Procter &Gamble y, como consecuencia de la notable política financiera del Sr. presidente y su ministro de economía, la empresa Toyota aprovechó las “bondades” del carry trade y en la última semana del año 2024 despojó al BCRA de 600 MD de sus reservas.

Bondades para Toyota y perjuicio para la Argentina. Con respecto al carry trade, fue el negocio que mejor prosperó durante el 2024. El 5/1/2025 Melisa Reinhold publica en “La Nación” que, con cotizaciones planchadas, los inversores que apostaron al peso, mediante el carry trade, tuvieron ganancias de hasta 176% en dólares. Sigue diciendo la periodista que el mérito de esta estrategia, no provino tanto de tasas reales positivas, sino del atraso del tipo de cambio.

Está claro entonces que la política empleada desde la presidencia y el ministerio de economía, solo beneficia al capital financiero, despreciando al capitalismo industrial y sometiendo a la Argentina a un país proveedor de productos primarios con mano de obra barata.

También el Sr. presidente menciona que “Un trabajo reciente de Juan Pablo Nicolini, muestra que el sólo hecho de alcanzar el equilibrio fiscal asegura una tasa de crecimiento anual del 4,5% per cápita, esto es, en 15,6 años duplicaríamos nuestro PIB/c”. Pero esto es lo mismo que decir (en un ejemplo supuesto) que el consumo de pollos por cápita en Argentina es de 43 Kilos, pero nada dice que el 10% de la población pudo consumir 40 kilos y el 90% de la misma se tuvo que contentar con 3 kilos per cápita.

Ergo, lo que el Sr. presidente no tuvo en cuenta es que el crecimiento del PBI medido solo en forma cuantitativa, no resulta suficiente para dar idea del progreso económico de un país, se necesita saber también cómo se compone ese PBI en forma cualitativa, porque no es lo mismo el de un país agrícola-ganadero como el nuestro, con escaso valor agregado, que el de un país industrial como China, con altísimo valor agregado y también se necesita saber cómo se distribuye esa riqueza, porque de nada vale para la economía de un país que solo se salven unos pocos y el resto padezca necesidades. La ignorancia es la madre de todos los errores.

En un posteo del 2019 el Sr. presidente decía que “La deuda pública es inmoral, implica que la fiesta del gasto público sea financiado por generaciones que no solo no han votado, sino que no han nacido. Así la generación actual se roba los ingresos de generaciones futuras, por ende, un gobierno que endeuda, jamás podrá ser liberal”.

Pero, lo que se escribe con la mano se suele borrar con el codo. El BCRA anunció un préstamo de 1.000 MD de cinco entidades internacionales para reforzar las reservas, donde se pondrán “bopreales” como garantía bajo acuerdo “REPO” (Repurchase Agreement), o acuerdo de recompra). Este método inventa bonos y los vende con el compromiso de recomprarlos más caros en el futuro. Es decir que se consigue dinero hoy para solucionar alguna urgencia y mañana lo devolvemos con creces, asegurando ganancias fáciles para los acreedores financieros.

Este método fue usado por el Sr. Caputo en 2017 por us$ 6.000 MD con resultados nefastos para la Argentina y se vuelve a insistir en ello. De nuevo parece que nada se ha aprendido de lo ocurrido en la historia. Por cierto que no, puesto que el esquema del carry trade se aplicó con Martínez de Hoz, donde la deuda externa saltó de us$ 6.000.-MD a us$ 45.000.- MD.

En esa época, el presidente del banco central era el Dr. Adolfo Diz y su principal asesor era el Dr. Ricardo Arriazu, donde armaron la ruinosa tablita cambiaria que posibilitaba la predicción del tipo de cambio frente a las altas tasas de interés, tal como lo relata el periodista económico Ezequiel Burgo en su libro “Los 7 ministros”, de Ed. Planeta, año 2011. El actual presidente y su ministro de economía siguen la misma política económica de entonces, lo cual nos hace predecir el resultado.

Claudio Zlotnik de IProfesional del 8/1/2025 señala que, el Financial Times de Londres, un diario que defiende las ideas liberales, ha puesto el acento en la inflación en dólares que padece la Argentina y pone como ejemplo que una freidora de aire se vende por us$ 100.- en los EEUU y por us$ 289.- en Argentina.

Un vestido de Zara que se vende en us$ 25 en los EEUU, cuesta us$ 67 en nuestro país. ¡Los argentinos hemos permutado la inflación en pesos por la de dólares!, lo cual tiene su explicación en el atraso cambiario, denunciado también, nada más ni nada menos que por Domingo Felipe Cavallo. No puede decirse que, tanto el Financial Times, como el Dr. Cavallo no son liberales.

Esto significa que mientras el mundo (Europa y EEUU) devalúa su moneda y protege su industria, la Argentina, transitando un verdadero corso a contramano, revalúa su moneda y promueve la apertura, destruyendo lo poco que quedaba de la vapuleada “industria argentina”.

En resumen, tal como sucedió en la segunda parte de los ´70 todo el beneficio para el capitalismo financiero y todo el perjuicio para el industrial y otros sectores desprotegidos de la economía libertaria (jubilaciones, sueldos, etc.).

Para finalizar, un cuentito que bien podría ser una realidad en muchísimas familias argentinas: La esposa le dice al marido que tiene una buena noticia. En el supermercado los precios casi no se han movido, pero el marido le cuenta una mala: Los precios están aplacados porque los planchó el atraso cambiario que permutó la inflación en pesos por la inflación en dólares y también por la apertura de la economía que está destruyendo las pocas industrias que quedaban luego de la masacre económica organizada en la segunda parte de la década del ´70 y durante la convertibilidad de los ´90. Me acaban de entregar el telegrama de despido. ¿De qué sirve pagar más barato si no vamos a tener dinero para comprar?

 

(*) Juan Carlos Vacarezza y Carlos Alberto Ragonesi, presidente y secretario respectivamente de la Fundación Buenos Aires XXI.