La Provincia fue pionera en realizar una prueba piloto con un alimento proteico desarrollado por ungrupo de investigadores de Buenos Aires, logrando mejorar los indicadores nutricionales en niños de Alto La Sierra.

A un año de la creación de la Mesa Interministerial de Emergencia Sociosanitaria del Norte Provincial, se puso en valor el óptimo resultado obtenido a raíz de la utilización del alimento tecnológico denominado Bloque nutricional, desarrollado por investigadores especializados en biodigestión de la Provincia de Buenos Aires. Este producto fue concretado en su versión actual, en base a las necesidades diagnosticadas por los equipos sanitarios salteños y con el objetivo de lograr su aceptación por parte de la comunidad y los niños.

Bloque Nutricional fue utilizado en Alto La Sierra en un grupo de 30 niños que presentaban distintos grados de desnutrición, para evaluar los resultados y compararlos con las mediciones realizadas en otro grupo de menores con nutrición adecuada.

Luego de un mes de consumido el alimento proteico, se controlaron los datos biométricos, talla y peso y los datos fueron contundentes: los niños que recibieron Bloque Nutricional en forma de muffins, subieron de peso y mejoraron los niveles de condición nutricional analizados por el equipo de salud.
Las autoridades sanitarias evalúan extender la exitosa iniciativa a otras comunidades originarias.

 

Etapas de la prueba piloto

Antonio de los Ríos, médico del Oñativia, e integrante de la Mesa Interministerial, se contactó con la empresa que produce este tipo de alimentos tecnológicos, vinculada con el equipo de investigadores conformado por los ingenieros en alimentos, Federico Petraglia y Sergio Ferrari. Los profesionales ya estaban experimentando para lograr un suplemento con el que pudieran combatir la desnutrición.

Esta iniciativa da origen a Bloque Nutricional: un alimento presentado como un muffin esponjoso, de sabor a vainilla, limón y dulce de leche, que logró la aceptación entre los niños wichis que se estaba buscando.

“Hicimos una prueba en el norte para ver la aceptabilidad. Primero eran unas galletitas que resultaban muy duras, así que tuvimos una entrevista con la empresa pidiendo que fueran más esponjosas, con menor líquido para que tuviera más durabilidad. Les explicamos la temperatura del área, y todo eso fue mejorando el producto”, explicó la subsecretaria de Medicina Social Gabriela Dorigato.

El alimento está hecho a base de harina de trigo, soja fortificada y proteína láctea. Es sabroso al paladar, aporta calidad de proteínas, hierro, calcio, y requiere pocos cuidados para conservarse. Provee nueve aminoácidos esenciales e imprescindibles para el desarrollo neurológico, por lo que se espera un alto impacto a largo plazo en la capacidad de atención, en el nivel de aprendizaje y la retención de conocimiento.