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Federico Casas, titular de Vialidad Nacional en Salta, en diálogo con Punto Uno confirmó que la provincia financiará parte de los trabajos para avanzar con la pavimentación entre Mina Poma y Alto Chorrillos. “Nos acerca al viejo sueño de los salteños: la salida al Pacífico”, sostuvo.

El camino que une Campo Quijano con el Paso de Sico y constituye una vía estratégica hacia el Pacífico entra en una etapa decisiva. El gobernador firmó un acuerdo con el director nacional de Vialidad, Marcelo Jorge Campoy, mediante el cual la provincia asistirá financieramente a la Nación para acelerar los trabajos en el tramo Mina Poma–Alto Chorrillos, considerado el más complejo de toda la traza.

“Es una gran noticia para todos los salteños. Ya estamos trabajando con la contratista en la zona más difícil, la trepada hasta Alto Chorrillos, a casi 5.000 metros sobre el nivel del mar”, explicó el titular de Vialidad Nacional en Salta, Federico Casas, en diálogo con Punto Uno. “Es un tramo de alta montaña, con curvas cerradas y pendientes muy pronunciadas. El nuevo proyecto tiene mejores radios de giro y pendientes más suaves, lo que permitirá circular con mayor seguridad y eficiencia”, agregó.

Casas precisó que la nueva traza no sólo moderniza la infraestructura vial sino que también cambia el perfil logístico de toda la Puna salteña. “El nuevo diseño tiene pendientes menores al 5% y curvas amplias, lo que posibilitará la circulación de camiones de gran porte, propios de la minería, y también del transporte logístico internacional. Esto va a reducir costos de flete, mejorar la competitividad de los productos y fortalecer la conectividad del NOA con el Pacífico”, explicó.

El funcionario recordó que el proyecto forma parte de una visión estratégica de largo plazo: la conexión del norte argentino con los puertos chilenos a través del corredor bioceánico de Capricornio. “El sueño de todos los salteños desde la década del 80 fue tener una salida directa al Pacífico. Ahora estamos más cerca que nunca de concretarlo”, aseguró.

Actualmente, la pavimentación de la Ruta 51 avanza por etapas: desde San Antonio de los Cobres hacia Cauchari, mientras que una futura segunda fase completará el tramo hasta el Paso de Sico. “Este corredor no sólo beneficia a la minería de litio, cobre o boratos, sino también a la producción agrícola y ganadera, que podrá exportarse con menores costos logísticos hacia Chile y Asia”, puntualizó Casas.

 

Obras hacia el norte y el Paraguay

El titular de Vialidad Nacional también detalló los avances en el sector oriental del corredor bioceánico, que conecta con Paraguay a través del Chaco salteño. “El corredor entra por la ruta provincial 54 hasta Misión La Paz y cruza a Pozo Hondo, ya en Paraguay. Son 24 kilómetros que la provincia proyecta pavimentar con financiamiento propio o internacional”, señaló.

Una vez en territorio nacional, el trazado se une a la Ruta 34, principal eje norte-sur del NOA. “Sabemos que la 34, sobre todo entre Pichanal y Salvador Mazza, tiene un deterioro importante. Estamos ejecutando tareas de bacheo y mantenimiento, pero el objetivo es avanzar el año próximo con obras de repavimentación integral que mejoren la seguridad y la transitabilidad”, dijo.

Casas confirmó además que el tramo entre Güemes y la ciudad de Salta, de unos 45 kilómetros, será incorporado a un nuevo esquema de concesión nacional. “Será un sistema similar al que existía años atrás, con peaje y mantenimiento permanente. El primer año de concesión, en 2026, se enfocará en recuperar la calzada y dejarla en óptimas condiciones”, adelantó.

 

Inversiones en el sur

Consultado sobre las obras en el sur provincial, el funcionario destacó que allí se ejecuta la inversión más importante que la Nación realiza en Salta: la autopista Rosario de la Frontera–Metán, con un presupuesto que ronda los 100.000 millones de pesos.

“Son 27 kilómetros de autopista. Ya estamos trabajando con ritmo sostenido en los primeros cinco, desde el río Rosario hasta Los Naranjos. La actual traza pasará a ser de un solo sentido hacia el sur, mientras que la nueva calzada será de doble mano hacia el norte”, explicó Casas.

El proyecto, cuyo plazo de ejecución es de tres años, busca mejorar la seguridad y la fluidez del tránsito en uno de los accesos más transitados de la provincia. “Será un cambio sustancial para quienes circulan a diario entre Metán y Rosario de la Frontera, pero también para los vehículos de carga que ingresan desde Tucumán y Santiago del Estero”, añadió.

 

Una visión integral

Casas también se refirió a los tramos urbanos de la Ruta 51, especialmente entre el aeropuerto Martín Miguel de Güemes y Campo Quijano, donde el crecimiento poblacional transformó la ruta en una avenida metropolitana.

“Entre el aeropuerto y Quijano ya funciona prácticamente como una avenida urbana. Por eso seguimos con obras de dársenas, refugios de colectivos, banquinas y obras hidráulicas para mejorar la seguridad de los vecinos”, comentó.

Actualmente, Vialidad Nacional ejecuta trabajos de limpieza, desmalezado y perfilado de banquinas, especialmente en la zona del aeropuerto y La Silleta. “Pedimos paciencia a los conductores, porque el espacio es reducido y hay maquinaria trabajando con banderilleros. Son tareas preventivas necesarias para evitar erosión y anegamientos en verano”, explicó.