09 17 diputados

Con más de dos tercios de los votos, la oposición impuso su mayoría y ratificó las leyes, que ahora pasarán al Senado y podrían tratarse el próximo 2 de octubre. El duro revés expone la debilidad política del Gobierno y fractura su estrategia legislativa.

La oposición se anotó un doble triunfo ayer en Diputados. Luego de un debate casi exprés, los bloques de la oposición, avalados por buena parte de los gobernadores que supieron ser "aliados" del Gobierno, ratificaron y giraron al Senado la Emergencia para el Garrahan y la Ley de Financiamiento Universitario. Ambas leyes habían sido vetadas por el presidente Javier Milei por "atentar" contra el equilibrio fiscal. Los libertarios intentaron frenar la votación, pero la propuesta cayó en saco roto. Ambas leyes recibieron más acompañamiento que cuando se votaron, a mediados de septiembre.

Luego de un debate de más de cuatro horas de debate, el oficialismo sufrió una derrota peor de lo esperada. Es que si bien cuando se puso en marcha la sesión había dudas en torno al futuro de las dos leyes, los números fueron contundentes. La Emergencia para el Garrahan reunió 181 a favor, 60 en contra y una abstención. A mediados de septiembre, cuando se aprobó, había sumado 159 votos a favor, 67 en contra y 4 abstenciones. Habían sido 27 los ausentes.

En tanto, la Ley de Financiamiento Universitario -cuyo futuro estaba más comprometido en el inicio de la sesión- reunió 174 a favor; 62 en contra y dos abstenciones. En septiembre esa ley había reunido159 apoyos, 75 rechazos y 5 abstenciones. Mientras que habían sido 19 los ausentes.

 

Quórum y votos sorpresivos

Con 132 presentes, la oposición logró poner en marcha la sesión para revertir los vetos de Milei. Tal cual se esperaba, el PRO y LLA, no dieron quorum. Apenas se puso en marcha la sesión, convocada por la oposición, el presidente de Encuentro Federal, Miguel Ángel Pichetto pidió la palabra para acelerar la votación para insistir con las dos leyes vetadas por el presidente Javier Milei.

La jugada, que había sido prevista de antemano por los impulsores de la sesión, fue clara: aprovechar que ya contaban con los votos suficientes para voltear los dos vetos de Milei. El jefe de la UCR, Rodrigo de Loredo, rechazó la propuesta del rionegrino. "La anulación de la palabra no la vamos a respetar", dijo el radical.
Fue por esto que el presidente de la Cámara, Martín Menem, pidió pasar a un cuarto intermedio y acercar posiciones. Finalmente, se acordó debatir los dos temas en conjunto, con tiempos acotados, para luego votarlos por separado. El acuerdo fue que hablaran únicamente los presidentes.

La dilación del debate era una preocupación para los opositores: temían que con el correr de las horas, perdieran los dos tercios que se requieren para insistir con las leyes y luego girarlas al Senado.

Las presencias de algunos diputados estaban condicionadas a algún llamado de su gobernador que, a su vez, podría recibir algún tipo de ofrecimiento por parte de la Casa Rosada, a fin de desbaratar la votación.

Asimismo, había diputados que temían "la kueiderización" de la sesión. Esto fue en alusión al exsenador, aliado del gobierno libertario, que fue detenido en Paraguay con US$200.000 sin declarar. En ese momento, la oposición acusó al entrerriano, Eduardo Kueider, de haber recibido esos dólares por parte del gobierno, para que acompañara la Ley Bases.

El grueso de los bloques dijeron presente en la sesión, salvo La Libertad Avanza y el PRO, que esperaron a que se pusiera en marcha la sesión para sentarse en sus bancas. La excepción, una vez más, fue el larretista Álvaro González. La sesión fue inaugurada por la vicepresidenta primera de la Cámara, Cecilia Moreau (UP). Es que empezó antes de lo esperado (apenas habían pasado 8 minutos de la hora de la convocatoria) y Martín Menem no se encontraba en el estrado.

Tampoco dijeron presente los dos diputados que responden al gobernador Alfredo Cornejo, quien selló un acuerdo electoral con Karina Milei en Mendoza. Se trata de Pamela Verasay y Lisandro Nieri. Lo mismo ocurrió con Gerardo Cipolini, chaqueño que responde al mandatario Leandro Zdero, también aliado de los libertarios en su distrito. Mismo comportamiento tuvo el entrerriano Francisco Morcchio, quien responde al gobernador Rogelio Frigerio, otro aliado del Ejecutivo de cara al 26 de octubre. En la sesión, el entrerriano se había abstenido y ausentado, por lo que su faltazo fue festejado por los opositores.

El dato llamativo fue que incluso los 8 diputados de Innovación Federal, que responden a los gobernadores de Río Negro, Salta y Misiones, se sentaron en sus bancas. Todos ellos se habían ausentado en la sesión en la que se habían aprobado ambas leyes. Por eso, estaban en la mira de los diputados que se encargaron de hacer el "poroteo" de la sesión.