Luego de que la Academia Nacional del Tango lo nombrara miembro académico de la entidad, el poeta y compositor Eduardo Ceballos disertó en Salta sobre la búsqueda de la memoria del tango. Diario Punto Uno le consultó sobre los planes para su gestión.

Qué decir de Eduardo Ceballos que no se haya dicho ya. El hombre es su arte y su arte es su palabra. Por eso, la Academia Nacional del Tango lo nombró miembro académico y tras este honor, Ceballos compartió su agradecimiento con sus pares y afectos con una disertación que llamó “En busca de la memoria del tango”.

Sobre el homenajeado, el vicegobernador de la provincia de Salta, Antonio Marocco, expresó que “Eduardo es un lujo para nosotros, para Salta, para nuestra cultura, representa los principios y los valores.”.

La Directora de Gestión Cultural de la Provincia de Salta, profesora Viviana Cristina Ceballos, dijo: “Es un orgullo saber no solo como salteña, sino como hija, que desde este lugar tan importante, se mira a las provincias y se valora la labor que hacen las personas en las provincias, en este caso el trabajo de mi padre. Desde muy pequeña lo veo trabajando para defender la cultura de Salta en todas sus formas, desde un programa donde difundía folklore y tango, rescataba las voces de pueblos originarios, las voces de poetas de pueblos y de barrios. La Gauchita representa ese espíritu también, porque allí están las voces, las plumas, la pintura, el canto, la música, los dibujos de aquellos que tienen talento, pero fueron excluidos de otros espacios para ser difundidos. Yo siento que mi padre se convirtió en la voz del pueblo, que cedía a estos espacios sin ninguna apetencia económica”.

Diario Punto Uno no quiso estar ausente en este evento tan trascedente para la cultura de Salta y este el diálogo que tuvimos con el ahora académico del tango.

Punto Uno - Resulta casi obligado pedirle un balance sobre su disertación “En busca de la memoria del tango”. ¿De dónde viene este nombre?

Eduardo Ceballos - Se origina en que la disertación estaba basada en la búsqueda que permanentemente me ocupó para descubrir la historia del tango. Cuando llegué en el año 1964 por primera vez a Buenos Aires, lo hice cargado de la ilusión de conocer lo que había acontecido en el tango, porque en mi casa los mayores me habían mostrado el gusto por la canción ciudadana y yo escuchaba los temas del repertorio popular. En Buenos Aires me aboqué a buscar esa memoria. La disertación hablaba de ese recorrido.

Es que usted es un hombre de arte y letras…

Soy un enamorado de la música argentina y de lo que implica el mensaje tanto del folklore como del tango porque ahí están mis abuelos, el perro, el burro, el modo de vivir está ahí dibujado, por eso me convoca siempre.

Como se diría en lenguaje de jerga…..No se casa con ninguno

Soy un admirador de toda la producción que hubo. Por supuesto que hay mejores, hay óptimos y hay de los otros pero premio y aplaudo a todos los que dejaron su testimonio musical y poético en el cancionero.

 ¿Qué es lo que significa tener a un salteño en la Academia Nacional del Tango?

Salta siempre estuvo vinculada al tango. Hay un poeta que es prácticamente desconocido en Salta a quien Gardel le cantó. De hecho, Gardel, además de a Buenos aires, a la única provincia a la que le dedica un tema es a Salta. Se trata de una zamba que fue grabada por Los Chalchaleros, que recorrió el mundo y se llama Campanita. Dibuja un pueblo de Salta y es de Gardel.

¿Cuáles van a ser los ejes de su gestión?

Mi aporte fundamental como hombre intelectual, como estudioso es avanzar en que se conozca mejor al tango, sus interpretes y músicos y además para vincular a las nuevas generaciones de bailarines, cantores y compositores a que se sumen a la familia tanguística, porque el tango es patrimonio universal. Fue reconocido por la UNESCO para todo el mundo, pero además es la fuerza de la expresión de una cultura netamente argentina, al igual que el folklore y esto lo debemos cuidar. Hay que trabajar para que las próximas generaciones reciban y compartan esta dicha que disfrutamos hoy. Es una cuestión de bandera, de identidad.